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LA EVOLUCIÓN INSTITUCIONAL: NUEVO PARADIGMA PARA LAS SOCIEDADES DE BOMBEROS VOLUNTARIOS

Por Subof. Mayor Julio García (BB.VV Esteban Echeverría Pcia. Bs. As, Argentina)



En todos los ámbitos sociales se van produciendo paradigmas que nos invitan a crecer, a avanzar, a evolucionar, como todas las sociedades intermedias, las sociedades de Bomberos Voluntarios no escapan a esta realidad.


En la medida en que la sociedad cambia, las personas, como seres sociales que somos, también vamos cambiando y adaptándonos a nuevos desafíos.


Posiblemente los cambios sociales son tan progresivos e imperceptibles que cuando nos damos cuentas que “las cosas cambiaron” ya es demasiado tarde y tenemos que hacer adaptaciones tan profundas e improvisadas que terminan siendo insuficientes o perjudiciales para la misma organización que intentamos adaptar. Los cambios sociales nos imponen nuevos desafíos, desafíos operacionales, estructurales, etc.


Las sociedades de Bomberos Voluntarios son Entidades intermedias, actúan como intermediarios entre la comunidad y el Estado, proveemos soluciones, prestamos un servicio esencial, trabajamos en emergencias.


Al remarcar que somos intermediarios ante la sociedad debemos reconocer nuestra responsabilidad ante ella. Si la sociedad cambia, la organización tiene la opción de estancarse o cambiar.


Pero esto debemos particularizarlo un poco más, vamos a decirlo de esta manera, si los individuos que componen una sociedad cambian su cultura, sus costumbres, sus expectativas, sus roles sociales, etc. estos cambios afectarán en mayor o menor medida a la sociedad en general e indefectiblemente a las organizaciones que la componen.


Pero... ¿Por qué si la sociedad cambia las organizaciones debemos cambiar? Obviamente, porque las necesidades cambian. Veámoslo de esta manera: Las organizaciones de Bomberos se nutren de los individuos que componen la sociedad a la que prestan servicios, es sin duda una relación simbiótica, uno necesita si o si del otro. Si cambia la sociedad, la organización EVOLUCIONA O MUERE.


Tengamos en cuenta esto: No siempre la muerte de una organización es la desaparición física, la muerte puede venir de una “ralentización”, de convertirse en una organización desconocida o inútil, una institución que ya no cumple o cumple deficientemente su rol social. Las organizaciones deben caminar a la par de los cambios sociales.


Debemos asumir el desafío de adaptarnos, en especial las organizaciones voluntarias.


En estos días de crisis de valores donde la gente no hace nada por el otro y menos si es “gratis”, en esta época de individualismo, donde no se conocen valores de solidaridad, si las organizaciones bomberiles no corremos a la par de la sociedad caeremos en un pozo del cual es muy difícil salir.


En otras épocas de cuarteles casi militarizados, la disciplina era un valor y el enfoque estaba puesto en el crecimiento económico y social de las entidades.


No vamos a juzgar en este caso si estaba bien o mal la orientación de esa época, era así y seguramente fue el régimen que más le sirvió al sistema (por algo sobrevivieron).


Hoy no podemos seguir actuando así, debemos cambiar el enfoque y orientarlo principalmente a los recursos humanos, el personal, la herramienta más necesaria y más valiosa de cualquier organización y en especial, las voluntarias.


Ese es el nuevo PARADIGMA que debemos seguir, ese debe ser el redireccionamiento de las organizaciones bomberiles, el cuidado del personal, la motivación de los voluntarios, alejarlos de la tentación del individualismo. Tres puntos son esenciales para lograr esta adaptación institucional: Ingreso, fidelización y continuidad. Ninguno de los tres puntos es fácil de lograr.


Aquellos que pertenecemos a alguna institución desde hace varios años podemos ver como estadísticamente los ingresos de aspirantes han mermado, especialmente en los ejidos urbanos, donde los jóvenes se tientan fácilmente con otras actividades a causa de ofertas más atractivas desde diferentes puntos de vista, el dinero, la competencia, o una relativa fama, etc.


Antiguamente las entidades se nutrían de la comunidad casi sin esfuerzo alguno, simplemente los voluntarios se acercaban, ingresaban y un gran porcentaje se quedaba y hacia su carrera dentro de la institución.


Con el tiempo este comportamiento fue cambiando, los voluntarios ya no llegan y las entidades bajan su capacidad de ingreso anualmente y esta tendencia sigue progresando.


Es necesario entonces que los cuarteles se enfoquen en el ingreso del personal de una manera más concreta, básicamente hablamos de salir a tentar a los posibles aspirantes.


Subof. Mayor Julio García (BB.VV Esteban Echeverría Pcia. Bs. As, Argentina)

Contacto: juliogarcia77@yahoo.com.ar


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NOTA DEL PROPIETARIO DEL BLOG.


Este articulo llegó hasta mi a través de un compañero de mi cuartel que me lo compartió por mensaje. Al leerlo no dudé un instante de que era necesario hacer llegar a muchos otros colegas su perspectiva.

Gracias Sr García por permitir la publicación del articulo en mi sitio y sobre todo por su cordial comunicación conmigo.


Edgardo Reina



 
 
 

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